El hombre es: la más elevada de las criaturas.
La mujer es: el más sublime de los ideales.
El hombre es: el cerebro.
La mujer es: el corazón.
El cerebro ilumina.
El corazón produce amor.
La luz fecunda.
El amor resucita.
El hombre es fuerte por la razón.
La mujer es: el más sublime de los ideales.
El hombre es: el cerebro.
La mujer es: el corazón.
El cerebro ilumina.
El corazón produce amor.
La luz fecunda.
El amor resucita.
El hombre es fuerte por la razón.
La mujer es invencible por las lágrimas.
La razón convence.
La razón convence.
Las lágrimas conmueven.
El hombre es el genio.
La mujer es el ángel.
El genio es inmensurable.
El ángel es indefinible.
El hombre es un código.
La mujer un evangelio.
El código corrige.
El evangelio perfecciona.
El hombre es el genio.
La mujer es el ángel.
El genio es inmensurable.
El ángel es indefinible.
El hombre es un código.
La mujer un evangelio.
El código corrige.
El evangelio perfecciona.
El hombre piensa.
La mujer sueña.
Pensar es tener en el cráneo una larva.
Soñar es tener en la frente una aureola.
Las aspiración del hombre es la suprema gloria.
La aspiración de la mujer es la virtud eterna.
La gloria engrandece.
La virtud diviniza.
El hombre tiene la supremacía.
La mujer, la preferencia.
La supremacía significa fuerza.
La preferencia representa el derecho.
El hombre es capaz de todos los heroísmos.
La mujer es capaz de todos los sacrificios.
El heroísmo ennoblece.
El sacrificio sublimiza.
El hombre tiene un farol: la conciencia.
La mujer tiene una estrella: la esperanza.
La conciencia guía.
La esperanza salva.
La mujer sueña.
Pensar es tener en el cráneo una larva.
Soñar es tener en la frente una aureola.
Las aspiración del hombre es la suprema gloria.
La aspiración de la mujer es la virtud eterna.
La gloria engrandece.
La virtud diviniza.
El hombre tiene la supremacía.
La mujer, la preferencia.
La supremacía significa fuerza.
La preferencia representa el derecho.
El hombre es capaz de todos los heroísmos.
La mujer es capaz de todos los sacrificios.
El heroísmo ennoblece.
El sacrificio sublimiza.
El hombre tiene un farol: la conciencia.
La mujer tiene una estrella: la esperanza.
La conciencia guía.
La esperanza salva.
El hombre es un océano.
La mujer es un lago.
El océano tiene la perla que lo adorna.
El lago tiene la poesía que lo deslumbra.
El hombre es el águila que vuela.
La mujer es el ruiseñor que canta.
Volar es dominar el espacio.
Cantar es conquistar el alma.
El hombre es un templo.
La mujer es el sagrario.
Ante el templo nos descubrimos.
La mujer es un lago.
El océano tiene la perla que lo adorna.
El lago tiene la poesía que lo deslumbra.
El hombre es el águila que vuela.
La mujer es el ruiseñor que canta.
Volar es dominar el espacio.
Cantar es conquistar el alma.
El hombre es un templo.
La mujer es el sagrario.
Ante el templo nos descubrimos.
Ante el sagrario nos arrodillamos.
Dios hizo para el hombre un trono.
Para la mujer un altar.
El trono exalta.
El trono exalta.
El altar santifica.
En fin:
El hombre está colocado en donde termina la tierra,
y la mujer en donde comienza el cielo.
Victor Hugo
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