Hay varias actividades anexas a las funciones de evacuar, que se pueden hacer mientras cagamos. Mejor dicho, hay muchíiiisimas otras cosas que se pueden hacer mientras cagamos. Para optimizar el tiempo.
Leer, hacer puzzles, escuchar música, cortarse las uñas, pintárselas, depilarse, sacarse las cejas, ver tele, chatear, hablar por teléfono, jugar con el gameboy o el celular, comer para el desayuno, lavarse los dientes, sacarse puntos negros o reventar espinillas, peinarse, hacer nudos de corbata, afeitarse, exfoliarse la cara, mirarse en el espejo, ponerse crema, matar hormigas, fumar, masturbarse, lavarse los pies, bailar breakdance, escribir para una pagina web y etcétera, etcétera, etcétera.
Hace algunas semanas, cargué en el celular un juego llamado Sexy Pocker. Así que cuando iba a cagar luchaba por empelotar a las chics que aparecían como mis contrincantes. Ahí, no más eso sí, sólo eran caricaturas. Mi interés era desnudarlas por una cuestión de vencer.
Y hablando de juegos, cuando era chiquillo me llevaba un tetris para baño. Tenía la misión de superar los 100 mil puntos. (¿Ustedes tuvieron uno?). De color gris, era de los primeros tetris que salieron. Y no lo digo así como sobrándome por ello, si no porque las puntuaciones y bonificaciones eran escuálidas, a diferencia de los que aparecieron después, que por línea te daban 10 veces más puntaje que en el mío.
Hago la aclaración porque no faltará el infantil que estara diciendo que fácilmente superó los 100 mil. Más encima, aparecieron unos aparatos que venían con 1000 diferentes juegos -que como muchos de ustedes recordarán- en realidad, sólo eran con suerte unos 15, y para hacer los 1000 ponían los mismos, pero le cambiaban los niveles, las vidas, la velocidad, etcétera. Y me da la impresión de que con esto desvirtuaron la mística del juego.
La cosa es que mi tetris sólo traía el tetris, era lindo y funcionaba. Con eso me bastaba. Lo usé mucho tiempo para ir a hacer caca, y no me paraba hasta que muriera. Se me llegaban a secar los restos de caca en el culo, pero yo no me paraba. Claro, en casos extremos donde se me dormían las dos piernas y un cachete, le ponía pausa al juego y me levantaba.
Extrañamente algo me hacía luchar y luchar, para poder sacar más puntaje, no sé. Algo tenía.
Recuerdo que en algún momento, no sé quién, me dijo que por estar tanto rato sentado me podían salir hemorroides. Sin saber qué diablos eran las hemorroides -y sin saber qué era exactamente lo que provocaba su aparición- comencé a sentir miedo de estar sentado tanto rato jugando y opté por dedicarle menos tiempo a cagar-jugar.
Otra cosa que hice una vez fue cortarme las uñas de las manos mientras cagaba. Quedé impecable, salvo que en algunas uñas de la mano derecha me fui de largo. La consecuencia fue tortuosa: cuando me quise limpiar, me dolían los deditos, así que tuve que pasarme el papel por el culo con la mano izquierda, asunto que aumenta la dificultad de la labor.
¿Qué otras cosas se podrán hacer mientras cagamos?
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