-LA GUERRA HIPOCRITAMENTE DISIMULADA ENTRE LOS FILTROS DE INSTAGRAM: FOTOGRAFÍAS DE JÓVENES SOLDADOS ISRAELÍS

Israel y Palestina vuelven a agitar el fantasma de la guerra en Medio Oriente, pero, al menos los jóvenes soldados del ejército israelí, ofrecen un matiz familiarmente inquietante del conflicto al postear fotografías de su cotidianidad en la popular red social Instagram..

Al final, más allá de posiciones políticas o ideológicas, estas fotografías también parecen estar hablando de clemencia, de la pena que deberíamos sentir por todas esas personas cuya vida está atravesada por el horror de la guerra ―a pesar de los filtros de Instagram que intentan disimularla.

Siguiendo la idea de los mundos posibles de Leibniz, quizá existe un mundo en el que estas mismas muchachas se toman la misma fotografía pero solo que, amistosamente, se encontraron para beber un café o compartir unos tragos.

De ahí que se vuelva todavía más inquietante, siniestra incluso, la presencia solamente sugerida de la guerra en todas las imágenes, esa familiaridad con que parece asomarse en la mirada y sobre el hombro, presente solo por esos detalles que se creerían circunstanciales ―la vestimenta, los transporte militares, la melancolía del gesto― pero que en realidad son definitivos de la realidad bélica de la cual forman parte.

Subidas originalmente a Instagram, la conocida red social donde se comparten fotografías con filtros de fotografía específicos, estas imágenes retratan un momento de la vida de estos jóvenes soldados, en poses que de algún modo recuerdan la de cualquier otro joven en casi cualquier otra parte del mundo: al lado de sus mejores amigos, en un autorretrato con alto grado de amor propio, con expresión de quien sabe ya que será observados por ese colectivo un tanto anónimo y amorfo que son los contactos de Internet.

En efecto: aunque se trata de imágenes que se riteran una y otra vez en Internet y las redes sociales, estas que hemos visto pertenecen a jóvenes soldados que se preparan para la guerra, para el conflicto armado, para salir y defender militarmente aquello en lo que creen.

Se crea entonces una inquietante zona común en donde se ven rostros, cuerpos y poses netamente comunes, que repite cualquier joven frente a la cámara de su teléfono móvil, pero con una insoslayable diferencia que, de algún modo, introduce un significado nuevo e incluso difícil de entender: la presencia de los uniformes militares del ejército israelí.

¿Pero qué pasa cuando la guerra forma parte de la cotidianidad de una persona en el mismo nivel que otros elementos totalmente familiares como, digamos, los smartphones y las redes sociales?

Lo usual, sin embargo, es recibir información, especialmente en lo concerniente a lo gráfico, en forma de fotografías de cuerpos sangrantes y edificios reducidos a escombros, del llanto incontrolable de mujeres sorprendidas en medio de un ataque.

Como sabemos, históricamente esta región ha sido escenario de múltiples conflictos, casi siempre motivados por las distintas religiones que convergen en una porción de territorio tan reducida, razón por la cual, desde cierta perspectiva, el mundo se ha acostumbrado a que de vez en vez surjan noticias de guerra provenientes de esa zona.

En estos días, con las operaciones por parte del ejército de Israel en Gaza, resultantes en la muerte de 2 líderes de Hamas, la organización extremista palestina, y al menos otras 18 personas, el fantasma de la guerra ha vuelto a rondar el Medio Oriente.

ESTA ES OTRA Polémica fotografía en Instragram de UN  francotirador israelí con la mira sobre un niño, SEGUN FUENTE ES  ES palestino.

Fecha:  Febrero - 2013

Un joven soldado de 20 años, perteneciente a la unidad de francotiradores del ejército de israel, posteó en su cuenta personal de instagram esta imagen en que la cabeza de un niño está enmarcada en la letal mira de un rifle de precisión.

       Se dio a conocer esta imagen en la que se observa a un niño asomado en el borde una barda ignorante del francotirador que lo tiene en la mira, capaz en cualquier momento de jalar el gatillo y dejar una bala mortal en el cráneo del menor.

Según se ha dicho, la fotografía fue posteada en la cuenta de Instagram de una persona: Mor Ostrovski, de 20 años, perteneciente a la unidad de francotiradores del ejército israelí, de acuerdo con las investigaciones de The Guardian.

Sin embargo, como aclara Phoebe Greenwood en dicho diario inglés, el contexto de la fotografía no ha podido aclararse, algo que sin duda resulta importante en vista de lo traidoras que pueden ser las instantáneas, en las cuales quedan fuera significantes que pueden cambiar radicalmente la interpretación de lo que observamos. Con todo, Greenwood no duda en calificar el mensaje de “agresivo” y, por otro lado, señalar elementos —los minaretes, la arquitectura del espacio en general— que apuntan directamente al origen palestino del niño y de la ciudad.

En cualquier caso, el asunto nos puede hacer reflexionar sobre el velo de irrealidad que Internet ha venido a tender sobre la realidad, esa maniobra que se opera en nuestra percepción cuando nuestras acciones pasan, efectiva o potencialmente, por el filtro de la virtualidad.

Cuando actuamos en función de lo que postearemos en Facebook, en Twitter, en Instragram, ¿no movemos ligeramente la realidad hacia un campo en donde todo no parece más que una sucesión de datos, imágenes y palabras, independiente y autónoma por un momento con respecto a la supuesta fuente original, real, de dónde surgió?

El ejército israelí ya ha emitido una posición al respecto, asegurando que las acciones del joven soldado “no están en concordancia con el espíritu de las IDF [Fuerzas de Defensa Israelíes] o sus valores”, por lo cual se ha iniciado una investigación al respecto.